lunes, 23 de julio de 2012

Autoconvocatoria autoconvocante

Los AUTOCONVOCADOS suelen AUTOCONVOCARSE para pedir SEGURIDAD. Piden a veces otras cosas, pero en la Argentina, detrás de las AUTOCONVOCATORIAS hay generalmente pedidos de mayor seguridad, que en realidad es muchas veces un eufemismo de los que quieren mayor represión, menos respeto a los derechos constitucionales de defensa;  más cercanía con la venganza  que con la sanción.

Pero curiosamente, a esas AUTOCONVOCATORIAS suelen coincidir en AUTOCONVOCARSE personajes repudiables que no podrían resistir con la cabeza en alto ni cinco minutos de charla con cualquier vecino de buena memoria. Siempre me pregunté como hace los AUTOCONVOCANTES para ponerse de acuerdo todos a la vez en decir hora y lugar donde reunirse. Se me ocurre que si son 4 ó 5 los que previamente deciden esas cosas, la AUTOCONVOCATORIA pierde el prefijo, y quienes ejercían el título de AUTOCONVOCADORES pasan a ser meros convocantes. 

Así las cosas, uno tiene el derecho de preguntarse qué o quiénes están detrás de una AUTOCONVOCATORIA

Por lo tanto, tal vez sería un ejercicio saludable que en cada AUTOCONVOCATORIA, los más entusiastas AUTOCONVOCANTES se dieran a conocer detrás de los títulos ostentosos pero casi anónimos.

Si me invitaran a una AUTOCONVOCATORIA, sin embargo, me permitiría preguntar en calidad de qué quieren que participe, ya que  si accedo a la invitación no estaría AUTOCONVOCÁNDOME sino asistiendo a una convocatoria de cuya organización no participé.

Claro que si en la primera fila de las AUTOCONVOCATORIAS de vecinos de distintos barrios aparecen las mismas caras, uno, permítame decirlo, empieza a  pensar que lo están tomando por pelotudo.

¿Cómo hace un hombre para AUTOCONVOCARSE en distintos momentos y lugares con grupos de gente sin contactos entre sí? 

La pregunta no es mala. Una organización previa que unificara las distintas AUTOCONVOCATORIAS volvería a contradecir el primer principio, el de convocarse desde uno mismo, desde ningún acuerdo previo, desde la nada...

Viene a mi mente aquel cuento magistral del Negro Fontanarrosa sobre el artista que luego de transitar un largo camino de experimentaciones artísticas llegó a crear el AUSENTISMO, o "la ausencia total de la obra", en el que la ausencia era la obra misma.

Algo así entiendo cuando escucho o leo de algún grupo de AUTOCONVOCADOS.

Y no es esto, vale aclararlo,  una crítica a los objetivos que persiguen; podría hacerla, pero no es ese el tema en cuestión. Simplemente me parece descalificante que alguien pretenda convocarnos, mintiendo o engañando desde la mismísima proclama.

O sea, para ejemplificar más claramente, si querés que marchemos por seguridad decime quienes convocan y que se pide, y yo veo si voy o te escupo la cara. Pero no me pongas el cartel de AUTOCONVOCADOS para que después hable Blumberg o para que Alessi, supongamos, salga en la foto del diario rodeado de 40 vecinos, a los que sería incapaz de juntar ni en el día de su cumpleaños.

Me permito cerrar, y quieran tener a bien los menores y las damas dejar de leer en este preciso instante, con una frase de mi autoría que suelo utilizar de vez en cuando:

AUTOCONVOCAME ESTA !!!


Pablo Isi

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