lunes, 1 de noviembre de 2010

De tontos, equivocados y traidores. Homenaje a Néstor Kirchner (1950-2010)

Por Claudio Véliz 
(Director de "La Tela de la Araña" - Publicación de la U.T.N.)

Poco, muy poco voy a decir de aquellos que brindaron con champán, de los que hicieron sonar sus estúpidas bocinas, de los que vivaron al debilitado corazón tal como otrora lo hicieran con el cáncer, de los que odian profundamente todo aquello que huela a “popular”, a desprolija “negritud”, a incondicional solidaridad resistente al cálculo, al interés, a la apropiación. Poco diré de los obsecuentes y genuflexos pagadores y flexibilizadores seriales que no cesan de batir el eterno pliego de condiciones para lograr el ansiado “consenso” y la necesaria “gobernabilidad”.

Hoy prefiero hablar de los tontos que creyeron que “algo estaba pasando” en nuestro país desde que asumió Néstor Kirchner; de los que se tomaron en serio los desplantes al FMI, los controles estatales, y la recuperación de las AFJP, Aerolíneas, el Correo y Aguas Argentinas; de los equivocados que se tragaron el “verso” de la Unasur y de la unidad latinoamericana; de los ingenuos que se emocionaron cuando vieron al mismísimo Jefe del Ejército descolgar los cuadros de los dictadores, o cuando se anularon las leyes del perdón para que pudieran comenzar los juicios a los represores; de los traidores que se alegraron cuando las puertas de la Casa Rosada se abrieron, por fin, para las Madres y las Abuelas.

jueves, 11 de marzo de 2010

PALABRAS "C"


El abiertamente progolpista diario Clarín muestra su vocación por la mentira de una manera tan grosera que ya cae simpática. Hace algunos días, el diario de la apropiadora de hijjos de desaparecidos, tituló en Tapa: "Bloque K al senado con la ayuda de Menem".

El grupo Clarín, doblemente beneficiado por otras tantas maniobras fraudulentas de Domingo Felipe Cavallo con deudas contraídas en dólares y pagadas en pesos, se  esfuerza en demonizar al gobierno de Cristina Kirchner, mostrándolo pegado a Menem, aún en una cuestión de la que ni siquiera es parte,  hace entonces de la estrategia de dejar sin quorum la cámara, una cuestión de principios ultrademocráticos que simulan defender a sol y sombra.

Sin embargo, el apego por la democracia del Grupo "C", se derrumba como torpedo de Frigor al sol, cuando las maniobras del circo opositor designan a los presidentes de las comisiones del Senado, en una de las acciones más antidemocráticas y dañinas de la historia parlamentaria mundial. Para posibilitar ese fraude a la voluntad popular, los bloques armaron una ficción en la cual se debe suponer que toda la oposición es un sólo bloque mayoritario. Nada más falso, más antidemocrático y más antipopular.

Sin verguenzas de ningún tipo, los señores senadores desconocieron a una primera minoría legítima y popularmente electa despojándola del derecho tradicionalmente establecido de presidir las comisiones de la Cámara Alta.La actitud no es novedosa, pero sorprende por lo burda y descarada. Evidentemente, la oposición está perdiendo las formas al ritmo en que van perdiendo privilegios sus sostenedores ideológicos y materiales.

El diario que anunció el sangriento golpe militar del '76 con el título "Hay nuevo Gobierno", tiene en portada al gobierno consagrado por el pueblo desde hace varios meses. Una y otra vez, las garras del monopolio se clavan en los cuellos de quienes aún soportan seguir leyendo basura. Para Clarín, los millones de personas que votaron a Néstor Kirchner y luego a su esposa, no existen. Todas las medidas y los planes son simplemente cosas K:  "Se vota la Ley de Medios K", "Derrota K en Diputados", "Procesan a una ex ministra K", Kirchner perdió el control del congreso".

La palabra intenta aislar. Los millones de ciudadanos que votaron este gobierno, los miles de militantes que lo defienden, los miles de trabajadores y estudiantes que lo sostienen, no existen. Todo es K. El enemigo es uno y sólo uno, o cómo máximo dos (o un matrimonio).

Por el contrario, el contubernio opositor tiene un trato diferente. Cuando opina el vocero de la iglesia católica, Jorge Casaretto, el titular es "La iglesia cruza al Gobierno: dice que hay más pobreza".
Lo mismo ocurre con toda opinión crítica al gobierno, la colectivización de la opinión es una clara estrategia que a esta altura ya no tiene nada de subliminal: De Angelis es "El Campo", el asesino de Kosteki y Santillán, Eduardo Duhalde, es "el peronismo disidente" y Mirta Legrand y Suana Giménez son "la Televisión".

Otro ejemplo muy ilustrativo de esto,  es el de la consulta popular realizada en Venezuela en el 2007. El 50,7 % del electorado es "Venezuela" , pero el 49,3 % es simplemente "Chávez".

Nada nuevo bajo el sol...
Todavía duele de indignación el asesinato de Kosteki y Santillán por la represión ordenada por Duhalde, que el Gran diario argentino intentó disimular con su cébre "La crisis causó dos nuevas muertes".


NO OLVIDAR. NO PERDONAR.

lunes, 11 de enero de 2010

Clarín: el gran diario argentino.

La palabra, siempre fue una herramienta política formidable.
Los secretos de su uso fueron el arma fundamental de los grandes líderes de la historia de la humanidad, y en estos tiempos donde las comunicaciones son instantáneas de cualquier punto a otro del planeta, quienes tienen la fuerza de imponerla, poseen una cuota importante del poder social.
Ese poder, tiene variables ineludibles que potencian o disminuyen la fuerza con que el mensaje llega a los destinatarios; variables que tienen que ver con la credibilidad del emisor, con la consecuencia y la coherencia de su trayectoria y con la conducta ética sostenida a través del tiempo.
Sin embargo, la propia condición humana tiene sus limitaciones. Los años pasan, las generaciones se suceden, y no siempre está a la vista que los mentirosos de ayer son los mentirosos de hoy.
En todas las sociedades, los medios de comunicación sirven a determinados intereses, y esos intereses siempre, en mayor o menor medida, condicionan las opiniones; ese condicionamiento, sin embargo, debe  (o debería), tener una barrera, que es la ética.
Frente a ella, aún desde el dolor de las propias contradicciones, no se debe transar, porque opinar, nunca puede ser mentir, desde ningún lugar, y desde ninguna causa.