Alcanza con revisar los archivos de TVR para darse cuenta de la miserabilidad de la gran mayoría de los periodistas deportivos argentinos.
Niembro diciendo que Verón ha cumplido un ciclo, Niembro diciendo que Verón a su edad es una figura mundial. Elio Rossi diciendo que Bielsa no sabe nada de fútbol, Elio Rossi diciendo que Bielsa es un señor y un sabio. El golpeador de mujeres Mariano Closs diciendo que Ruggeri tiene que ser el DT de la selección, el golpeador de mujeres Mariano Closs diciendo que para qué Ruggeri si hay otros mejores y de más experiencia.
Si esta condición de miserables se agotara en lo futbolístico, ya sería difícil de digerir, pero al extenderse a otros ámbitos, se torna aún más intolerable.
Los Fernando Niembro, Mariano Closs y muchos otros personajes que denigran a diario la profesión, inescrupulosos hasta provocar el vómito, no son serviles gratuitamente a los dictados de sus amos de turno. Botones de sus propios compañeros, a muchos de los cuales hicieron echar de sus trabajos, sostienen una carrera basada en la mala leche.