jueves, 11 de marzo de 2010

PALABRAS "C"


El abiertamente progolpista diario Clarín muestra su vocación por la mentira de una manera tan grosera que ya cae simpática. Hace algunos días, el diario de la apropiadora de hijjos de desaparecidos, tituló en Tapa: "Bloque K al senado con la ayuda de Menem".

El grupo Clarín, doblemente beneficiado por otras tantas maniobras fraudulentas de Domingo Felipe Cavallo con deudas contraídas en dólares y pagadas en pesos, se  esfuerza en demonizar al gobierno de Cristina Kirchner, mostrándolo pegado a Menem, aún en una cuestión de la que ni siquiera es parte,  hace entonces de la estrategia de dejar sin quorum la cámara, una cuestión de principios ultrademocráticos que simulan defender a sol y sombra.

Sin embargo, el apego por la democracia del Grupo "C", se derrumba como torpedo de Frigor al sol, cuando las maniobras del circo opositor designan a los presidentes de las comisiones del Senado, en una de las acciones más antidemocráticas y dañinas de la historia parlamentaria mundial. Para posibilitar ese fraude a la voluntad popular, los bloques armaron una ficción en la cual se debe suponer que toda la oposición es un sólo bloque mayoritario. Nada más falso, más antidemocrático y más antipopular.

Sin verguenzas de ningún tipo, los señores senadores desconocieron a una primera minoría legítima y popularmente electa despojándola del derecho tradicionalmente establecido de presidir las comisiones de la Cámara Alta.La actitud no es novedosa, pero sorprende por lo burda y descarada. Evidentemente, la oposición está perdiendo las formas al ritmo en que van perdiendo privilegios sus sostenedores ideológicos y materiales.

El diario que anunció el sangriento golpe militar del '76 con el título "Hay nuevo Gobierno", tiene en portada al gobierno consagrado por el pueblo desde hace varios meses. Una y otra vez, las garras del monopolio se clavan en los cuellos de quienes aún soportan seguir leyendo basura. Para Clarín, los millones de personas que votaron a Néstor Kirchner y luego a su esposa, no existen. Todas las medidas y los planes son simplemente cosas K:  "Se vota la Ley de Medios K", "Derrota K en Diputados", "Procesan a una ex ministra K", Kirchner perdió el control del congreso".

La palabra intenta aislar. Los millones de ciudadanos que votaron este gobierno, los miles de militantes que lo defienden, los miles de trabajadores y estudiantes que lo sostienen, no existen. Todo es K. El enemigo es uno y sólo uno, o cómo máximo dos (o un matrimonio).

Por el contrario, el contubernio opositor tiene un trato diferente. Cuando opina el vocero de la iglesia católica, Jorge Casaretto, el titular es "La iglesia cruza al Gobierno: dice que hay más pobreza".
Lo mismo ocurre con toda opinión crítica al gobierno, la colectivización de la opinión es una clara estrategia que a esta altura ya no tiene nada de subliminal: De Angelis es "El Campo", el asesino de Kosteki y Santillán, Eduardo Duhalde, es "el peronismo disidente" y Mirta Legrand y Suana Giménez son "la Televisión".

Otro ejemplo muy ilustrativo de esto,  es el de la consulta popular realizada en Venezuela en el 2007. El 50,7 % del electorado es "Venezuela" , pero el 49,3 % es simplemente "Chávez".

Nada nuevo bajo el sol...
Todavía duele de indignación el asesinato de Kosteki y Santillán por la represión ordenada por Duhalde, que el Gran diario argentino intentó disimular con su cébre "La crisis causó dos nuevas muertes".


NO OLVIDAR. NO PERDONAR.